El pasado 26 de octubre fue el reestreno de la obra "El Velorio de Palemón". Lo que no sabíamos es que ese mismo día, nuestro maestro, querido director y fundador de la Compañía, emprendería su vuelo rumbo al sol. ¡Qué momentos tan difíciles! ¡Cuántos sentimientos encontrados!
Mientras se representaba el Velorio de Palemón, también se llevaba a cabo el Velorio de Mario Ramos. No nos cabe duda que él eligió el momento de partir y quiso ponernos esta prueba final. Pero aprendimos de él que "La función debe continuar" y así con el corazón destrozado, cumplimos y entregamos todo en el escenario, para que al final de la noche, brillara su hermoso espíritu alegre.
Mario, queremos agradecerte infinitamente tus enseñanzas, eres el mejor maestro, el mejor padre, el mejor amigo. Gracias por todos los bellos momentos y por contagiarnos de tu locura y tu amor al arte.
Trataremos de cumplir la misión que nos encomendaste, ten la seguridad que la semilla que plantaste dará abundantes frutos. Te queremos mucho, te extrañaremos, gracias por todo.
Presentación en Izcalli del Valle de "El Velorio de Palemón".
La viuda y sus hijitos.
La comadre Carmelita llorando.
Mario, nos has dado muchísimos momentos de alegría, haremos todo por conservarla en nuestros corazones. ¡Hasta siempre!