Mientras se representaba el Velorio de Palemón, también se llevaba a cabo el Velorio de Mario Ramos. No nos cabe duda que él eligió el momento de partir y quiso ponernos esta prueba final. Pero aprendimos de él que "La función debe continuar" y así con el corazón destrozado, cumplimos y entregamos todo en el escenario, para que al final de la noche, brillara su hermoso espíritu alegre.
Mario, queremos agradecerte infinitamente tus enseñanzas, eres el mejor maestro, el mejor padre, el mejor amigo. Gracias por todos los bellos momentos y por contagiarnos de tu locura y tu amor al arte.
Trataremos de cumplir la misión que nos encomendaste, ten la seguridad que la semilla que plantaste dará abundantes frutos. Te queremos mucho, te extrañaremos, gracias por todo.
Presentación en Izcalli del Valle de "El Velorio de Palemón".
Mario, nos has dado muchísimos momentos de alegría, haremos todo por conservarla en nuestros corazones. ¡Hasta siempre!